miércoles, 20 de mayo de 2015

Nuestra herencia de monos



"Cuando la respiración cambia de dirección de entrar y salir, y de nuevo cuando la respiración pasa de salir a entrar, en esos dos cambios, date cuenta"

Sé consciente del momento del cambio. Es un momento muy corto; será necesaria un observación muy minuciosa. Y no tenemos ninguna capacidad de observación; no podemos observar nada.

Si te digo: "Observa esta flor; observa esta flor que te doy", no podrás observarla. La verás por un solo momento, y luego comenzarás a pensar en otra cosa. Puede que sea sobre la flor, pero no será la flor. Puede que pienses acerca de la flor, sobre lo bella que es: entonces te has movido. Ya no estás observando la flor; tu campo de observación ha cambiado. Puede que  digas que es roja, que es azul, que es blanca...entonces te has movido.

Observación significa permanecer sin ninguna palabra, sin ninguna verbalización, sin que nada bulla por dentro; simplemente permanecer con lo observado. Si puedes permanecer con la flor durante tres minutos, completamente, sin ningún movimiento en la mente, sucederá: la beneficencia. Te realizarás.

Pero no somos observadores en absoluto. No somos conscientes, no estamos alerta; no podemos prestar atención a nada. Simplemente vamos saltando. Esto forma parte de nuestra herencia, de nuestra herencia de monos. Nuestra mente es simplemente el desarrollo de la mente del mono, de modo que el mono sigue adelante. Sigue saltando de aquí para allá. El mono no puede quedarse quieto.

Por eso Buda insistió tanto en simplemente sentarse sin ningún movimiento, porque entonces a la mente de mono no le está permitido hacer lo que quiere.

Osho. El Libro de los Secretos


No hay comentarios:

Publicar un comentario