viernes, 24 de abril de 2020

Transicion - El árbol del Yoga (Iyengar)

Transicion




Y continuo... levantando a diario al pequeño búfalo, durante un largo período de tiempo.

Como el búfalo creció, lentamente la capacidad para sostenerlo crece al mismo ritmo,
y así se puede sostener cualquier búfalo adulto. Y eso simplemente se ve como milagro!

Ni él ni ella creen en milagros, conocen que han adquirido esta capacidad, poco a poco
durante un largo período de tiempo...

Resonando con el viejo refrán: "cuando el discípulo está preparado, aparece el maestro" (y viceversa)
Un real Maestro siempre acude a la llamada.

Disposición, voluntad, perseverancia...

Y quedó en el tintero: Un real Maestro/a siempre acude a la llamada (que aún no hacemos)
y de infinitas formas...la cuestión es entrenar la mirada.

Disposición, voluntad, perseverancia...




Iyengar "El arbol del Yoga" 
cap. Las ramas


Las ramas del árbol son las āsanas. 




¿Cuál es la actitud y el enfoque correctos para la ejecución de un āsana?

"Hemos de llegar a estar total y absolutamente absortos, con devoción, dedicación y atención, mientras realizamos la postura. Ha de haber honradez en el enfoque y honradez en la presentación..., mostrando enorme fe(devocion), valor, determinación, percepción consciente y absorción.
Con esas cualidades en nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestro corazón, haremos bien la postura. El āsana ha de envolver enteramente el ser del ejecutante con esplendor y hermosura. Es la práctica espiritual en forma física. 

 Honradez en el enfoque y en la presentacion

"Al realizar una postura, hemos de averiguar si nuestro cuerpo ha aceptado el reto de la mente, o si es la mente la que ha aceptado el reto del cuerpo. 

-Estamos trabajando desde el cuerpo para conseguir la sensacion exacta de la postura, o estamos haciendo la postura porque hemos leido en unos libros que va a aportar tal o cual efecto?

 -Estamos atrapados en la red de lo que hemos leido, en busca de la experiencia de lo escrito por otra persona, o trabajamos para conocer con una mente renovada que tipo de nueva luz es proyectada en la postura por nuestra propia experiencia al ejecutarla?
 
Iyengar "El arbol del Yoga" cap. Las ramas

 Āsana significa postura, esto es arte de colocar el cuerpo como totalidad en una actitud física, mental y espiritual. Toda postura entraña dos aspectos, a saber: posar y reposar. Posar significa acción. Es asumir una posición física fija de miembros y cuerpo como aparece representada al ser realizada el āsana en particular. Reposar significa reflexión en la postura. La postura es reconsiderada y reajustada a fin de que los distintos miembros y partes del cuerpo se hallen colocados en su lugar en correcto orden, sintiéndose descansados y aliviados, para que así la mente pueda experimentar la tranquilidad y la calma de los huesos, las articulaciones, los músculos, las fibras y las células.

Al reflexionar sobre qué parte del cuerpo está trabajando, qué parte de la mente está trabajando y qué parte del cuerpo no ha sido penetrada por la mente hacemos que la mente cobre la misma extensión que el cuerpo. Así como el cuerpo se contrae o se extiende, también la inteligencia se contrae o se extiende para llegar a cada parte del cuerpo. A eso se denomina reposar; eso es sensibilidad. Cuando dicha sensibilidad se halla por igual en contacto con el cuerpo, la mente y el alma, nos hallamos en un estado de contemplación o meditación que se denomina āsana. Las dualidades entre cuerpo y mente, y mente y alma, son vencidas o disueltas.

La estructura del āsana no puede cambiar, ya que cada āsana es un arte en sí misma. Se ha de estudiar cada āsana aritméticamente y geométricamente, a fin de que la verdadera forma del āsana sea revelada y expresada en su presentación. La distribución del peso del cuerpo debería ser uniforme en los músculos, huesos, mente e inteligencia. La resistencia y el movimiento han de estar en concordancia. Aunque el practicante sea un sujeto y el āsana un objeto, el āsana debería volverse el sujeto y el practicante el objeto, de modo que, antes o después, el practicante, el instrumento (cuerpo) y el āsana se vuelvan uno.

Estudien el aspecto de un āsana. Puede ser triangular, redonda, en forma de arco iris u oval, recta o diagonal. Adviertan todos estos elementos por medio de la observación, estudiando y actuando dentro de ese campo, de modo que el cuerpo pueda presentar el āsana es su prístina gloria. Igual que un diamante bien tallado, la joya del cuerpo, con sus articulaciones, huesos y demás, debería ser tallada para encajar dentro del sutil engarce del āsana. El cuerpo entero participa de este proceso, con el Sí-mismo. Uno no debería adaptar el āsana para que se ajuste a la propia estructura corporal, sino más bien modelar el cuerpo según los requisitos de un āsana. Entonces el āsana tendrá el correcto soporte fisiológico, psicológico, intelectual y espiritual.

Patañjali afirma que cuando un āsana se realiza correctamente, las dualidades entre cuerpo y mente, mente y alma, se desvanecen. Es lo que se denomina reposo en la postura, reflexión en la acción. Cuando las āsanas se realizan de esta manera, las células del cuerpo, dotadas de sus propios recuerdos e inteligencia, se mantienen sanas. Cuando la salud de las células se sustenta mediante la práctica precisa, la envoltura fisiológica (prānamaya kośa) se sanea y la mente es traída cerca del alma. Tal es el efecto de las āsanas. Han de ser realizadas de manera que lleven a la mente desde el apego al cuerpo hacia la luz del alma, a fin de que el practicante pueda habitar en la morada del alma."

Extraído de: “El árbol del Yoga. BKS Iyengar, Ed. Kairós. 





                                                          Iyengar "el León de Pune"





"Si lo haces, es decir, si no dejas que se te escape en ningún momento el que busca, al final descubrirás que el buscador no es otra cosa que la conciencia en busca de su origen, y que el buscador mismo es a un tiempo la búsqueda y lo buscado, y eso es lo que eres tú" 

Nisargadata



La práctica de yogasana a fin de obtener salud, de estar en forma o de mantener la flexibilidad, es la práctica externa del yoga. Pero aunque es una aspiración legítima desde la que empezar, no es el fin.

Al ir penetrando en el cuerpo interior, la mente se va sumergiendo en el asana. La primera práctica externa sigue siendo seca y periférica, mientras que la segunda práctica, más intensa, inunda literalmente al practicante de sudor, empapándolo lo suficiente como para que pueda buscar los efectos más profundos del asana.

No hay que subestimar el valor del asana. Incluso las asanas sencillas permiten experimentar los tres niveles de la búsqueda externa, que reporta firmeza corporal; la búsqueda más interna, que reporta ecuanimidad en la inteligencia, y la búsqueda más interna que reporta benevolencia de espíritu. Aunque un principiante no suele ser conciente de estos aspectos al ejecutar un asana, no por ello dejan de estar presentes.

Suelo oir a la gente diciendo que se encuentran ligeros y enérgicos cuando practican unas pocas asanas. Cuando un principiante experimenta este estado de bienestar, no se trata meramente de los efectos externos y anatómicos del yoga, también se trata de los efectos fisiológicos y psicológicos de la práctica.

Mientras el cuerpo no goce de una salud perfecta se permanecerá atrapado en la conciencia física. Eso distrae de la tarea de curar y cultivar la mente. Necesitamos cuerpos sanos para desarrollar mentes sanas.

El cuerpo puede convertirse en un obstáculo a menos que trascendamos sus limitaciones y acabemos con sus compulsiones. Por ello debemos aprender a explorar más allá de las fronteras conocidas y eso significa ampliar e interpretar nuestra percepción consciente y aprender a ser dueños de nosotros mismos. Asana es el método ideal para ello."


BKS Iyengar