martes, 18 de octubre de 2022

za zen



Za zen (za: sentarse zen: meditación) es sentarse a "meditar" en la Posición de Loto del Yoga, según el Budismo Zen, como lo habría hecho el Buda histórico en el momento de su iluminación.

La palabra Zen proviene del sánscrito "dhyana" (atención plena al momento presente), que pasó de India a China, convirtiéndose en "Chan", y luego en Corea se transliteró fonéticamente en "Son", llegando finalmente a Japón, donde su transliteración es la actual palabra Zen.

Para las piernas existen 4 posturas mas aceptadas:
La postura de Loto completa (la más compleja de realizar) requiere acostumbramiento o gran elasticidad del cuerpo, siguen la postura de Loto medio, también requiere acostumbramiento, luego la birmana y por último la Seiza. Se recomienda el uso de zafu para ayudar la postura de pies y cuerpo.

La postura de Loto es con las piernas cruzadas con ambas plantas de los pies mirando hacia arriba y apoyadas sobre su pierna contraria y con las rodillas apoyándose en el suelo.
La postura de medio Loto similar a la anterior pero con una pierna en el piso.
La birmana con ambos pies en el piso, en paralelo y plegados lo mas posible al cuerpo.
La Seiza que puede practicarse sentado de rodillas sobre los talones.

La espalda derecha, desde la pelvis hasta la nuca
La pelvis ligeramente basculada hacia adelante y las lumbares ligeramente arqueadas
La nuca estirada y el mentón bien metido hacia adentro.
Los hombros relajados y las manos juntas en el regazo, en el mudra de la sabiduría: los dedos de la mano juntos, una mano sobre otra, y con los pulgares tocándose las puntas. En las escuelas de Zen se pone la mano izquierda sobre la mano derecha.
La mirada apuntando a 45º delante de uno, ojos semi cerrados, pero la vista relajada, sin enfocar en lo que tengamos delante.
La boca cerrada, los dientes en contacto y la lengua tocando suavemente el paladar detrás de los dientes.
La nariz alineada con el ombligo y las orejas con los hombros.
Se recomienda balancear levemente el cuerpo de derecha a izquierda hasta encontrar el punto medio, luego hacia adelante y hacia atrás para centrarse.

Practicar el za zen es Shikantaza que significa estar simplemente sentado. No se medita con ningún objeto, pensamiento o imagen.

Se concentra la atención y la actividad principalmente en la espiración, de manera que tiende a establecerse un ritmo lento de respiración abdominal en que la espiración es notoriamente más prolongada que la inspiración.

Simplemente estar sentado; no reflexionar; sencillamente respirar y no seguir activamente los pensamientos. No forzar los pensamientos, permitir que fluyan, no detenerse en ellos, dejar que aparezcan y se vayan. Los pensamientos van y vienen, depurando el contenido superfluo del inconsciente, hasta que la mente, entra en un estado de atención más sutil.

Influencia psicosomática del za zen:
La postura corporal mejora. Se afianza la motricidad desde el centro de gravedad del cuerpo, a la altura de la pelvis.
Desaparecen tensiones innecesarias, especialmente las derivadas de expresión o auto control en la cintura escapular (hombros y omóplatos) y cuello.
Mejora el riego cerebral y la compenetración entre las tres capas del cerebro (instintivo, emocional, y córtex) y la conexión entre hemisferios.
Se establece una respiración más lenta y profunda, integrando el abdomen en el movimiento del diafragma, consiguiendo una mayor y más equilibrada oxigenación de todo el metabolismo.
Se crea una coordinación entre la expresión corporal y el pensamiento.
Los pensamientos desordenados del subconsciente tienden a depurarse, como en una digestión mental.
Se producen niveles de descanso metabólico y mental más profundos que durante el sueño corriente.
Se flexibilizan partes del cuerpo como las caderas, ingles, lumbares, tobillos, rodillas (aunque se recomienda ser cauteloso con las rodillas al colocarse), y se permite la participación psicosómatica de más partes del cuerpo en la configuración de sensaciones (integración emocional del cuerpo).

Mentalmente se tiende a dejar las actitudes de ansiedad. Se deja de ver las opiniones y descripciones como tajantes en presencia de un opuesto. Se produce una reintegración de la intuición y la herencia subconsciente, al tiempo que renovada apertura para hábitos o visiones nuevas.

El zazen se considera una puerta a lo más profundo del ser y la llave a nuevas etapas de desarrollo de la conciencia. Al mismo tiempo se describe a veces como el método de devolver al cuerpo y la mente su condición natural.



"Los hombres vamos y venimos. A veces estamos, y al momento siguiente desaparecemos. Somos como burbujas en la cresta de la ola. Pero zazen es eterno, sin principio ni fin. Y como es sin principio ni fin, dura un instante. Lo instantáneo es la forma más acabada de la eternidad. Es semejante al relámpago. En nuestro mundo de sueños, a veces aparece y desaparece. A veces lo vemos y a veces no lo vemos. Su vida es tan breve que no nos da ni siquiera el tiempo para nombrarlo. Sin embargo, él está ahí. Es eterno. Como tú."

Jorge Bustamante


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