jueves, 3 de noviembre de 2016

Padmasana (lotus posture)






Padma, en sánscrito significa loto, la flor que en la India representa la pureza y el pleno desenvolvimiento de la conciencia. Esta postura tiene el nombre de loto, no sólo por la bella configuración plástica que toma el cuerpo, sino por la pureza y paz psicológica a que induce. También conocida como kamalasana, considerada la más eficiente para la meditación y el pranayama (control respiratorio), siendo también etapa inicial para otras importantes asanas.

El loto es una planta acuática oriental, una variedad de las ninfas, cuya flor- símbolo sagrado de los hidúes-, es sinónimo de pureza. Esta posición aúna todas las virtudes, ya que según todos los tratados de yoga, sana las enfermedades e intoxicaciones: ayuda a vencer la pereza, el sueño o las debilidades mentales y despierta la energía pránica.

Se necesita para su ejecución de un alto grado de elasticidad que gracias a la perseverancia en la práctica puede adquirirse básicamente en tres puntos fundamentales: los tobillos, las rodillas y las caderas.


"sólo sentarse en la postura del loto, dejando caer el cuerpo y la mente." así el Maestro Dogen recomendó:
"Mentalmente sentarse en la postura del loto. Físicamente sentarse en la postura del loto. Dejar el cuerpo y la mente, sentarse en la postura del loto".




Con esta postura se logra por afinidad el mismo sosiego que se observa en la flor de loto, esa planta que procede de Asia y que flota sosegadamente. Flor que necesita soledad para medrar, aire libre para florecer e iluminación para manifestarse, cuyo único contacto con la tierra son los largos rizomas que le sirven de cordón umbilical para alimentarla mientras madura al sol, produce fotosíntesis y oxigena el agua, para lograr con ello que infinidad de animales acuáticos puedan vivir en un mundo feliz y completamente limpio.

La postura del loto es, con toda seguridad, la más importante de cuantas se practican en el yoga. Es el medio que esencialmente se usa para meditar, relaja todo el cuerpo y a la vez estira y fortalece las piernas y la parte inferior de la espalda.

Es una de las asanas más corrientes para realizar ejercicios de respiración, ya que permite relajarse mejor estando sentados sin cansarse. Fortalece los órganos abdominales gracias a la circulación de la sangre que se hace más activa en las regiones lumbares y pélvicas, y más lenta en las piernas.

Siéntese sobre el suelo, la espalda erguida, coloque la planta del pie izquierdo sobre el muslo de la pierna derecha, flexione la pierna derecha y coloque el pie sobre el muslo izquierdo.
La espalda bien recta y las rodillas lo más cerca posible del suelo.
Respire y relájese en esta posición.



Esta postura también utilizada en la práctica de la meditación zazen del budismo zen permite el acceso a un nivel óptimo de atención sostenible de estabilidad y vigilia.


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